Gente confiable, sonriente, respetuosa.
El país mas seguro del mundo, único, modernidad y tradición hecho uno.
El lugar del sol naciente, donde los ciervos son sagrados, el kimono un traje de fiesta y los espejos de maquillaje algo habitual en los bolsos de las mujeres.
Extra limpio pero sin papeleras en las calles.
Filas educadas para subir a un tren que va tan rápido como un guepardo, mas que un guepardo!!
Niñas en uniformes de escuela como los de Sailormoon, luces de neón, comidas en cajas, comidas con palillos.
Algas, texturas esponjosas algo desagradables para mi paladar. Sabores inexplorados, desconocidos, sorprendente para unas papilas gustativas en continuo trabajo.
Ejemplos de comidas en plástico, tan reales y bien hechas que te lo comerías sino te avisaran.
Chicas vestidas de cosplay ( costume play-juego de disfraces), y chicos. Creyéndose dibujos anime, contra cultura, ruptura con lo impuesto, con lo supuestamente correcto.
Ejecutivos entrajeados y ajetreados en tomar sake después del trabajo y dejarse los cuartos ganados en ese día en contentar al jefe: 12 horas de trabajo + 4 horas de fiesta obligada = 16 horas de tu vida diaria dedicadas a una empresa. Yupi!
Obligación social que en cada cultura se disfraza de una manera pero que responde a la misma mierda social de contentar a los demás olvidandote de ti mismo y tus necesidades tanto físicas como espirituales y morales.
Baños termales que consideraríamos de lujo en medio de puticlubs donde mujeres se visten de niñas para satisfacer las fantasías sexuales de hombres que a la luz del día no pueden ni besar a sus mujeres en público. Pudor transformado en depravación.
Choque cultural, cosas inexplicables que nunca conseguiremos entender...
Desde el minuto uno no sabes porque pero te gusta. Te sientes a salvo.
Budismo y shintoísmo. Religión basada en la bondad y en la creencia de uno mismo, de su centro espiritual.
Creo que esa es nuestra religión el shintoismo.
Que diferente de otras religiones que absorben, aculturan, machacan y destruyen...
Karma-acción y su equilibrio en la reacción. Buddha iluminado, mil templos hechos en honor a sus mil nombres, mil dioses, miles de personas diferentes, una religión para cada uno. Porque no?
Lugar lleno de misterio, de encanto.
Montañas serpenteantes , geishas escondidas, wasabi y tofu.
Bombas nucleares y proyectos de paz.
Todo mezclado pero perfectamente equilibrado y definido en su unicidad y su valor especial y único dentro de un todo: JAPÓN!!
Así hemos estado 24 días, ni uno mas ni uno menos. Sorprendiéndonos a cada minuto, descubriendo una cultura totalmente distinta, totalmente nueva.
Subidos en trenes a menudo para aprovechar nuestro Japan rail pass ( un ticket que te deja subir en todos los trenes durante 14 dias ) aprovechamos nuestra llegada en Tokyo, jugamos a Ultimate con unos equipos de aquí, nos dimos buenas palizas de andar y comenzábamos a tener un buen comienzo de viaje descubriendo la bondad de los japoneses ( un día terminamos en casa de una mujer que simplemente nos pregunto si nos podía ayudar mientras observábamos un mapa, y terminamos cenando y haciendo caligrafía japonesa. Haciéndonos un poco amiguicos y quedando de nuevo a la vuelta para comer y pasear).
La verdad es que este viaje lo hemos planificado sin planificar. Aprovechando los trenes para ir de un lado a otro, cambiando de planes en el ultimo minuto, algo muy bueno por seguir siendo tan libres pero resultando muy cansado pues hubo un momento que nos encontrábamos en Beppu, en la isla sur en una esquinita y como no queríamos seguir viendo mas ciudades y los alpes japoneses nos habían gustado tanto decidimos volver...y al día siguiente nos dimos una buena paliza de tren para volver a estar en Honshu ( la isla central) y rodearnos de montañas. Buena decisión por otro lado ya que descubrimos algo que nos apetecía mucho, el cultivo del wasabi en Hokata. El mayor centro de plantación de wasabi de Japón, con unas bicis alquiladas y a recorrer que hoy hace buen día ;)
Hemos estado en el corazón del antiguo Japón, viendo templos e imaginando como era la vida de los samuráis. En kyoto deslumbrandonos con el palacio de oro y para mi el especial jardín zen que tanto ansiaba ver en directo y que hasta ese momento no había mas que observado en fotos y en mi cabeza.
En Nara, un gran lugar para entender las diferencias entre esas dos religiones que en realidad van de la mano y se funden aquí en niponlandia.
Pasamos una noche en koyasan el pueblo de 117 templos en las montañas, donde puedes alojarte en uno y compartir la doctrina budista. Hicimos caligrafía, meditamos y participamos en dos rituales además de cenar comida típica budista... algo curioso pero no recomendable si queréis hacer una sabrosa cena de invitación...jeje. nos vestimos con kimonos. Nos purificamos el alma pensando en lo mas sencillo. Observamos nuestra respiración mientras hacíamos lo mismo con la naturaleza que nos rodeaba, increíble experiencia. Algo queda de esa transformación vivida un día en lo que en realidad se dedica una vida entera a ello...
Visitamos hirosima. Uno de estos lugares que aunque te deja un cuerpo un poco estaño, hay que ver, hay que comprender o al menos intentarlo, la atrocidad a la que llega el ser humano. Solamente para ver de que es capaz y entonces perdonar a lo mas horrible del ser humano y luchar por un buen futuro en paz. Las bombas... que horror..la verdad es que nunca había pensado tanto sobre la era nuclear en la que vivimos...vimos el armamento del que dispone cada país...y buf.. ojala todos se pusieran de acuerdo en algo y lo destruyeran.
Dimos muchas vueltas en muchos sitios mas...
La verdad que en Japón hemos aprendido del respeto, de la cooperación y también mucho de los sentimientos. De los pulsos de la vida, de los amores guardados y del sufrimiento.
Siento que en este punto del viaje un nuevo clic! Ha llegado a nuestras cabezas...como si fuéramos asentando poco a poco esos posos del aprendizaje del viaje que van llegando con el paso de los momentos.
Que fugaz es el instante de la vida...
Sonríe, que hoy hace buen día!!
