Muchas veces las casualidades generan nuevas oportunidades en el camino. En realidad a cada paso que damos se crea una nueva experiencia pero en este caso fue el azar mismo quien nos llevó a realizar nuestra cuarta actividad.
Cuando llegamos a Malasia nos dirigimos a Langkawi, una isla donde barcos de ensueño fondean entre viaje y viaje. Allí en Kuah al llegar, nos fuimos a cenar, y mientras decidíamos dónde comer una señora nos aconsejó sobre el sitio en el que ella se encontraba, le hicimos caso y acabámos conversando con ella sobre los mejores platos del lugar. Terminó ofreciéndonos su casa y dándonos un teléfono donde contactarla cuando termináramos nuestra visita a la isla.
Y el destino decidió que nos animáramos a llamarla y así irnos con ella en el ferry y después con su familia a casa ese domingo.
Selina y Kuar, una pareja de malasios que trabaja en un instituto público nos abrió las puertas de su casa y nos dio la oportunidad de continuar, en un nuevo destino, con nuestro proyecto de "un giro en la educacion".
Fuimos el lunes al colegio en lo que era un día muy especial para ellos, y es que justo ese domingo había sido el día de la independencia Malasia. Hace 57 años que se liberaron del poder británico y este día es celebrado por todo lo alto con desfiles y fiestas por el país. Nosotros participamos del acto que realizaron en el colegio. Así que ahí estábamos, en medio de una fila de sillas donde se encontraban los profesores (es un instituto de mil alumnos y 80 profesores), siendo observados por todos y cada uno de los alumnos, porque ni nos conocían y además...eramos demasiado blanquitos para estar ahí...
Unas exhibiciones de artes marciales y unas canciones para pasar a ser modelos donde todo el mundo se quería hacer una foto con nosotros...que vergüenza y que mal rato pasamos!!!
Después, hablamos con el director y le comentamos nuestro proyecto, la idea de estar ahí un par de días mostrando lo que es el Ultimate y mientras tanto observar como funciona un instituto malayo.
Y le pareció una gran idea, así que durante unos días fuimos unos nuevos "profesores". Pero esta vez con chavales mas mayores, lo que no permitió que aprendieran mas y entendieran mas como funciona el deporte. Todos con mucha curiosidad sobre nosotros y sobre lo que hacíamos. De hecho una de las mañanas Selina nos hizo una jugarreta y nos expuso ante una de sus clases de "inglés" para que todos los alumnos nos preguntaran sobre nuestra vida con la excusa de así practicar el idioma...que bien le vino esa hora de no hacer nada...jejeje....
De todo esto salimos bien nutridos de observación. Y nos sorprendió mucho como funciona la educación en Malasia.
En parte es parecido, es obligatoria, tienen una formación primaria y luego una secundaria pero que termina a los 17. La gran diferencia es que las clases no se dividen en orden alfabético o por sorteo sino que es por niveles. Cada año los chavales se presentan a los exámenes finales, y en función de sus resultados al año siguiente irán en un curso u otro. Esto en teoría es para facilitar los ritmos de aprendizajes y así el profesor puede ir mas rápido con las lecciones o mas lento según la facilidad y el ritmo de aprendizaje de cada uno. Pero el resultado final no es tan bueno y este sistema es un utópico intento de respetar el ritmo humano, ya que al final lo que sucede es que se cree una especie de clasismo y elitismo desde el instituto que permanece luego en la sociedad Malasia. Además de que posee un grupo o comité de disciplina bastante rígido. (Un poco antigua escuela con "palos de corrección") De hecho un grupo de los propios alumnos forma parte de este grupo. Son elegidos por un profesor, llevan diferente uniforme y tienen roles distintos, de nuevo vemos ese clasismo que nace desde las escuelas.
Conviven tres culturas, malayos, chinos e indios y todos en un respeto y convivencia digno de admirar.
Esto es algo que percibes en todo momento en Malasia ya que es un país creado por la combinación y mezcolanza de estas tres culturas pero todas permanecen intactas y con mucha tradición.
Para la actividad la verdad es que no dispusimos del espacio ideal, ya que el colegio cuenta con canchas de cemento no muy grandes. Pero bueno, nos las apañarnos...Nos sorprendió la capacidad que los chavales tuvieron y como captaron bien deprisa las normas. Lo peor de todo fue el calor...y es que no estamos acostumbrados a estos calores tropicales tan húmedos donde no paras de sudar y sudar.... por eso hacíamos las actividades en las primeras horas.
Otra cosa curiosa es la cantidad de veces que comen por aquí y los desayunos tan gigantes que los profes se meten entre pecho y espalda a las 7 de la mañana, arroz con pollo, pescado y verduras y....todo lo que tu cuerpo pueda comer...eso si... con bien de picante!! Nosotros no podíamos llevar ese ritmo... pero la verdad es que gracias a esta pareja creo que hemos probado casi todos los platos que se hacen en Malasia... jejeje...
Y una vez mas contentos y creciendo, como personas y como educadores, aprendiendo de los limites y de lo que somos....
Ahora..a Kuala Lumpur. A jugar un torneo...de estos que nos gustan donde nos cansaremos un montón y nos sentiremos muy realizados con nosotros mismos.
